El “Squat jump” (sentadilla con salto) es un ejercicio increíblemente útil, que sirve como un bloque de construcción para casi todos los movimientos explosivos de la parte inferior del cuerpo. En definitiva, te ayudará a trabajar la fuerza explosiva del tren inferior.
Es fundamental para el desempeño en muchos deportes de alto rendimiento como el voleibol, el baloncesto y el fútbol, ayudando a mejorar –entre otras cosas- el salto vertical.
Además, las sentadillas con saltos son esenciales para realizar los movimientos pliométricos, como por ejemplo los saltos en cajón.
Al realizar el movimiento, involucras el Core y todo el tren inferior de tu cuerpo: estarás trabajando abdominales, glúteos, gemelos, isquiotibiales, espalda baja y cuádriceps.
Asegúrate de estar parado sobre una superficie estable para evitare chances de resbalar o aterrizar de manera incómoda.
¿Por qué debería importarte entrenar tus piernas? Porque las piernas son cruciales para la movilidad. A medida que envejecemos, la fuerza de la pierna disminuye, provocando serios problemas. Las sentadillas (en todas sus variaciones) te ayudarán a controlar el debilitamiento natural de estos grupos musculares.
Si practicas algún deporte, las sentadillas con saltos te ayudarán a mejorar tu rendimiento. Estudios científicos han concluido que hacer sentadillas ayuda los atletas a desempeñarse mejor, específicamente en ejercicios de resistencia. Esta es la razón por la que las sentadillas de salto son parte de la mayoría de las sesiones de entrenamiento atlético.
Al realizar el “Squat jump” utiliza tus brazos para impulsarte. Al aterrizar, hazlo flexionando las rodillas, para no lastimarlas o lesionarte. Puedes intentar hacer el ejercicio sin parar entre un salto y otro, o puedes agregar una pausa cuando estás en posición de cuclillas, que vendría siendo una versión isométrica del “Squat jump”.