El consumo de cigarrillos electrónicos, práctica comúnmente conocida como “vapear”, se ha ofrecido como una alternativa segura a los cigarrillos tradicionales. Aunque es necesario estudiar más para entender todos los efectos de vapear, es claro que hacerlo puede afectar negativamente sobre la salud.
Los cigarrillos electrónicos funcionan con pilas que calientan un líquido y lo convierten en aerosol para que pueda ser inhalado. El líquido de los cigarrillos electrónicos normalmente contiene glicerina vegetal o glicol de propileno como ingrediente principal, además de nicotina, saborizantes y otros aditivos.
“Una de las principales dudas acerca de los cigarrillos electrónicos es que la mayoría de ellos contiene nicotina, que es una sustancia sumamente adictiva. Una vez que se crea una dependencia a la nicotina, es extremadamente difícil dejar de consumirla. Los intentos por dejar de consumir nicotina pueden llevar a la aparición de varios síntomas, tales como ansias desesperadas, angustia, irritabilidad, agitación, dificultad para concentrarse, ánimo deprimido, frustración, ira, más apetito, insomnio, estreñimiento o diarrea. Los estudios han revelado que quienes fuman cigarrillos electrónicos por largo tiempo están expuestos a la misma cantidad de nicotina que aquellos que fuman cigarrillos normales”, explica el Dr. Jon Ebbert, del Centro para Dependencia a la Nicotina de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.
La dependencia a la nicotina en los adolescentes y jóvenes es especialmente preocupante porque el cerebro de toda persona menor de 25 años todavía está en desarrollo. La exposición de un cerebro en desarrollo a un fármaco adictivo, como la nicotina, conlleva el potencial de causar daños permanentes a la neuroquímica cerebral, lo que puede perturbar el desarrollo de las conexiones cerebrales que controlan el aprendizaje y la atención. Además, puede volver al cerebro más vulnerable a otros tipos de adicción en el futuro.
“Hasta el momento, todavía no se ha explorado a cabalidad los posibles efectos a largo plazo de fumar cigarrillos electrónicos, más allá de la adicción a la nicotina. No obstante, se ha establecido una relación entre vapear y varias consecuencias negativas a corto plazo para la salud”, comenta el especialista de Mayo Clinic.
Un estudio descubrió que las personas que fumaron cigarrillos electrónicos durante 7 meses presentaron más falta de aire, tos y fiebre. De igual manera, se informó acerca de casos de neumonía lipoidea relacionada con el consumo de cigarrillos electrónicos. Esta inflamación de los pulmones ocurre cuando se inhala sustancias grasas en los pulmones.
“El vapor de algunos cigarrillos electrónicos contiene ingredientes que pueden ser tóxicos, como níquel, estaño, plomo, benceno y formaldehído. La exposición prolongada a estas sustancias contenidas en el vapor de los cigarrillos electrónicos puede llevar a sufrir lesiones y enfermedades, incluido cáncer, además de afectar sobre la salud reproductiva”, explica el Dr. Jon Ebbert.
Algunas personas han recurrido a los cigarrillos electrónicos como medio para dejar de fumar. Sin embargo, los estudios no han mostrado que los cigarrillos electrónicos sean un medio eficaz para dejar de fumar cigarrillos de tabaco, a diferencia de las terapias autorizadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para dejar de fumar, como el parche de nicotina.
Es igualmente importante observar que los cigarrillos electrónicos no requieren adaptarse constantemente a normas de seguridad y, por lo tanto, pueden conducir a graves problemas. Ha habido casos de explosión de los cigarrillos electrónicos, con los consiguientes daños considerables que incluyen quemaduras por fuego y sustancias químicas, además de lesiones por onda expansiva.
“En resumen, vapear plantea riesgos de salud para los adolescentes. La exposición de un cerebro en desarrollo a altos niveles de una sustancia adictiva puede tener consecuencias indeseadas a largo plazo. Hable con sus hijos acerca de los riesgos y motívelos a evitar los cigarrillos electrónicos y otros productos que contengan tabaco y nicotina”, recomienda el Dr. Jon Ebbert, especialista de Mayo Clinic.