Numerosos estudios han demostrado que el running mejora tu calidad de vida. No solo porque te permitirá estar más en forma, más saludable y más feliz; sino porque además reduce significativamente tu probabilidad de depresión, ansiedad y otras enfermedades mentales, al tiempo que mejora el estado de ánimo y aumenta los sentimientos de energía y bienestar.
En definitiva, todos deberíamos correr más o agregarlo de alguna manera a nuestra rutina de entrenamiento. Para mejorar en este ámbito, sigue estos tips:
1.- Ten un plan: Ya sea que tu objetivo sea simplemente terminar una carrera de media hora o correr una maratón, necesitas un plan. Ahí es donde debes consultar a un buen preparador físico, ojalá especializado en running. Esto te permitirá progresar y conseguir resultados, y no solo correr por correr (¡el entrenamiento de running es mucho más que solo correr!).
2.- Adquiere zapatillas adecuadas: El primer artículo en tu lista de compras debe ser un buen par de zapatillas. No necesariamente las zapatillas más costosas, sino las apropiadas para tu tipo de pisada. Para aquello es importante que te realices un análisis de pisada, donde te graban mientras corres en una trotadora para analizar tu tipo de pisada y recomendarte la mejor zapatilla. En Santiago algunas tiendas Nike tienen disponibles este análisis.
3.- Sé consistente: La clave para convertirse en un mejor corredor, sea cual sea la distancia recorrida, es la consistencia. Cuanto más regularmente corras, más pronto verás una mejora en tu salud cardiovascular, un aumento tanto en tu ritmo sostenible como en tu velocidad total y una mejor recuperación.
4.- Realiza ejercicios de fuerza: “Si quieres ser rápido, primero hazte más fuerte”, dice un preparador físico al sitio web coachmag.co.uk. Desarrolla fuerza en tus glúteos, piernas y core, además de mejorar la fuerza y la movilidad de la cadera, rodillas y tobillos. También trabaja para lograr una mayor flexibilidad. “Comienza a pensar como un atleta y comenzarás a actuar como uno…”.
5.- Trabaja la técnica: La postura al correr es fundamental, al igual que la zancada. Si no trabajas la técnica, te quedarás estancado en el progreso. Por ejemplo, las zanxadas largas y pesadas son muy ineficientes; mientras los pasos más cortos y rápidos, que incluyen solo un breve contacto con el suelo, son mucho mejores. Para estas mejores es esencial la ayuda de un preparador físico.
6.- Entrena en superficies empinadas: Te ayudará a trabajar la velocidad y resistencia, además de trabajar los glúteos. Encuentra una colina o calle empinada, corre de 30 a 45 segundos rápido, luego camina hacia abajo y repite de seis a diez repeticiones. También ayuda entrenar subiendo escaleras.
7.- Alimentación: Es importante asegurarse de que estás comiendo lo suficiente y lo adecuado, para equiparar la energía que consumes durante el entrenamiento. La comida posterior a la carrera ayudará a la recuperación, por lo que es vital comer una comida adecuada que contenga carbohidratos para reemplazar la energía y una buena fuente de proteínas para la reparación muscular.
La hidratación también es clave. Prefiere agua o jugos naturales. También bebidas isotónicas.