Si no te gusta salir a correr, o no gozas de mucho tiempo para entrenar, saltar la cuerda es una buena opción de cardio.
Saltar la cuerda no es fácil. Es un entrenamiento que requiere buena técnica y capacidad aeróbica. Pero puede ser muy divertido y efectivo. De hecho, se pueden quemar tantas calorías por minuto como correr. En 30 minutos de salto se pueden quemar entre 300 y 400 calorías, dependiendo de tu peso y la intensidad con que se realice el ejercicio.
Entre los beneficios del salto de cuerda está el mejorar tu coordinación, potencia o capacidad explosiva, además de ser un gran ejercicio mental, ya que requiere mucha concentración para coordinar todos los movimientos del cuerpo (Nota beneficios de saltar la cuerda).
Lo ideal es que comiences por dominar el salto básico de dos pies y el trote en el lugar, para luego ir avanzando en los estilos más desafiantes.
Recuerda: Los codos deben estar fijos, pegados al cuerpo. Lo que se mueven son tus muñecas. Por otro lado, tienes que caer con la punta de los pies, no con los talones. El salto debe ser pequeño, para mantener un ritmo alto y constante. Mantén la vista al frente.
Intenta una jornada de salto de cuerda, realizando un minuto de cada una de las técnicas que te presentamos.
1.- Salto clásico:
2.- Alternando rodillas altas:
3.- Talones al glúteo:
4.- Alternando piernas:
5.- Abriendo y cerrando las piernas:
6.- “trotando” en el lugar:
7.- Con una pierna:
8.- Tijeras:
9.- Cruzando la cuerda:
10.- Dos saltos con cada pie: