Gánale a la cama y al sueño.
¿La idea de despertarte incluso antes de lo que ya lo haces para salir a entrenar te parece una pesadilla? Bueno, es una reacción muy común…
A todos nos ha pasado. Nos programamos para levantarnos temprano y entrenar, de modo de comenzar con mayor energía nuestro día, pero nos quedamos pegados en las sábanas o simplemente reculamos a último minuto. O decimos que estamos muy cansados, que afuera todavía está obscuro… Siempre habrá excusas para evitar un entrenamiento tempranero.
Lo cierto es que el entrenamiento matutino requiere de mucha voluntad y formar el hábito no es fácil. Por eso, te damos siete tips o claves para encontrar la motivación y formar el hábito de entrenar durante las mañanas.
1.- Enfócate en entrenamientos cortos: No es necesario que siempre entrenes durante la mañana. Pero cuando lo hagas, hazlo solo por 30 minutos. Puede ser trote o una rutina HIIT. De esa forma no es necesario que te levantes tanto más temprano, y tendrás tiempo para un buen desayuno. Cuando ya hayas formado el hábito, tus rutinas pueden pasar a ser más largas, pero al principio concéntrate en una fórmula que sea más sencilla”.
2.- Deja todo listo la noche anterior: Desde la ropa que utilizarás hasta el snack que llevarás. Que todo quede decidido con anticipación, para darle menos posibilidades al arrepentimiento.
3.- Créate una playlist: Elige las canciones que te suban el ánimo, que te “prendan”. Ponte los audífonos apenas salgas de casa. Incluso podrías probar colocando una canción como alarma (la de “Rocky”, obvio”.
4.- Duerme mínimo 8 horas: Si te acuestas muy tarde, sumando pocas horas de sueño, más te costaré levantarte temprano. Establece una hora para irte a la cama y desconéctate una hora antes de esa hora. Eso significa bajar las luces, apagar el teléfono o notebook, comenzar a leer. Todo esto te ayudará a sentirte más tranquilo y con más sueño. Y cuando suene la alarma por la mañana, te costará menos salir de la cama.
5.- Ten una meta: Establecer un objetivo específico con una fecha límite programada te puede servir para motivarte en esos días en los que te cuestiones por qué tanto esfuerzo.
6.- Mezcla tus rutinas: No hagas siempre lo mismo, porque se volverá tedioso. Un día sal a trotar, otro realiza HIIT, pesas, bicicleta, etc. Tu cuerpo responderá a los cambios y verás los resultados más rápidamente, sin aburrirte.
7.- Encuentra un compañero: Entrenar solo, ya sea en el gimnasio o en el parque, puede llegar a ser aburrido o monótono. Además, a veces necesitamos un partner para encontrar la motivación necesaria para salir a entrenar, sobre en momentos cuando estamos sin energía.
