Es una de las obsesiones de todo deportista, tener un abdomen marcado. Y esto no solo se consigue repitiendo como locos un mismo tipo de ejercicio.
Tener un abdomen marcado es el deseo de la mayoría de quienes entrenan de manera regular. Para algunos es más fácil conseguir el objetivo que a otros, pero con disciplina todo se puede conseguir. Sin embargo, en este proceso también se cometen errores, muchas veces porque se entrena sin la ayuda de un especialista. Aquí te enumeramos 5 típicos errores que se comenten al querer construir un abdomen de acero:
1.- Hacer solo un tipo de ejercicio: Muchos creen que para un abdomen marcado lo principal es realizar crunches tradicionales. Sin embargo, hay otros ejercicios más efectivos, como lo son la plancha, e incluso saltar la cuerda o las sentadillas. Tu rutina de entrenamiento debe ser variada.
2.- Apoyarse del cuello: Al hacer el ejercicio no debes crear tensión en el cuello al subir. Lo correcto es mantener espacio del tamaño de una manzana entre la pera y el cuello, además de colocar los brazos en el pecho mientras realizamos el “crunch”.
3.- Mala respiración: La respiración aporta el oxígeno necesario para producir la energía que requiere el cuerpo, para realizar el esfuerzo físico. Mientras haces un abdominal, o una plancha, NO se debe mantener la respiración, todo lo contrario. En los crunches exhala mientras subes e inhala al bajar. Durante la plancha, al no producirse movimiento y mantener una tensión fija, se debe respirar de una forma normal y relajada.
4.- Hacer demasiados: Más no siempre significa mejor. Mucho trabajo de abdominales solo acabará cansándote y agotando tu cuerpo. Largas sesiones no garantizan grandes resultados. Más bien es una tendencia inversa. Los abdominales son músculos que están en constante trabajo y si los entrenas todos los días, se corre el riesgo de lesión.
5.- Descuidar la dieta: Podrás realizar todo el ejercicio que quieras, y esforzarte al máximo en ese ámbito, pero sin una dieta adecuada no habrán resultados. Tu dieta debe ser baja en azúcares, grasas y harinas. El equilibrio es la clave.